Cuando trabajamos en un Yamadori, debemos recordar y respetar el gran trabajo que la Naturaleza hizo con él. Siempre llegamos tras ella…. El cultivo, la curación y la elevación de su belleza es lo que hacemos cuando un Árbol toma el camino del Bonsái.
Considero que este Cupressus Sempervirens es una obra de arte de la naturaleza por su estilo inusual, por su carácter y por la fuerza que libera. El arte de la Naturaleza se une a nuestro propio arte, para que podamos crear un Bonsái apreciado para los años venideros.
Foto 1.
En el momento de su recolección y de su trasplante en maceta, casi nadie podía ver el verdadero carácter que tendrá esta planta como Bonsái.
El paso del cultivador, a manos de otros artistas y propietarios que lo cultivaron y trabajaron dejando en él las huellas de sus manos, hacen que este árbol tome su propio camino, convirtiéndose en un preciado Bonsái.
Foto 2.
Algunos años más tarde este árbol entró en mi propia colección. Después de algunos años de cultivo, el tiempo estaba listo para su restyling, para dar a todos la posibilidad de sentir las emociones que siento cuando lo miro y cuando lo cuido. Las fotos, tomadas en mi estudio, muestran algunos puntos de vista del árbol antes de la remodelación completa.
Fotos 3 y 4.
Empecé el trabajo de arriba hacia abajo, sin cuidar la rama de la cascada. La primera rama a la izquierda debe ser muy impresionante para equilibrar el árbol que va hacia abajo a la derecha. Un buen cableado, con un poco de alambre del diámetro adecuado y algo de tirante, nos permitió rematar el árbol sin gran cantidad de alambre de cobre, dando más naturalidad y armonía a la obra.
Foto 5.
El Shari natural es un punto focal de este árbol para enfatizar dejando algunos espacios abiertos. Pocas son las intervenciones que hice en esta parte, solo una limpieza de la misma, un tratamiento para evitar que se deteriore y alguna intervención manual en algunos detalles para resaltarlos.
Fotos 6 y 7.
Cambiando el trabajo en la parte trasera del árbol, llegaron los problemas. De un mismo punto crecieron tres ramas, se dejaron cumplir esa zona sin considerar que el punto de partida de las mismas se engrosaría perdiendo la conicidad y la naturalidad de la propia rama. Eliminando el central compacto la vegetación ya la vez resuelvo momentáneamente este inconveniente sin desvirtuar el proyecto que tengo en mente. En el futuro dejaré solo uno de ellos para darle profundidad al árbol resolviendo el problema del engrosamiento de la pieza.
Fotos 8 y 9.
El nuevo diseño de la copa va tomando forma después de horas de trabajo, alambrado, corte, poda y posicionamiento de las ramas. En un silencio surrealista, las emociones y los sentimientos me transportan a otra dimensión. Realmente amo estos momentos de soledad y de comparación conmigo mismo, estos son los momentos que alimentan mi creatividad.
Foto 10.
Terminada la parte superior del árbol me concentré en la rama de la cascada. Esta rama era muy gruesa y pesada, por lo que tuve que cambiar su tamaño y equilibrar su vigor para que estuviera en armonía con la copa y el resto del árbol Bonsai para su futuro diseño.
Foto 11.
El paso fundamental aquí es disminuir la masa foliar y dar movimiento, elegí las ramas para cortar escondiéndolas para ver cómo actúan sobre todo el diseño y luego cortando. Tres cortes bien dirigidos conducen todavía a una mejora del equilibrio de las masas vegetativas y de su movimiento.
Foto 12.
Con la aplicación Bonsai wire puedo definir mejor lo que tenía en mente: como un arroyo de montaña que fluye hacia abajo en su propio cauce, decidido pero libre.
Fotos 13 y 14.
Algunas tomas de los detalles tomadas al final del trabajo. La maceta aún me queda grande, se cambiará el año que viene, una vez que el árbol se haya recuperado y fortalecido después de este trabajo, por una de nueva forma. El Cupressus Sempervirens es un ejemplar extraordinario, muy vigoroso y generoso en su crecimiento vegetativo, dando grandes satisfacciones en muy poco tiempo.
Foto 15.
Un trabajo minucioso y preciso, como cuando la Naturaleza crea su propia obra maestra. Arte, Naturaleza y hombre se fusionan para dar a luz lo que, a mi juicio, representa el Bonsái hecho con tiempo, dedicación y pasión, día a día, año tras año. Un juego entre emociones, sentimientos y belleza representan mi estilo respecto al Bonsái. Cuando terminé mi trabajo en el árbol, alcancé mi meta, realmente me siento feliz y contento por esta nueva experiencia que permanecerá en mis recuerdos durante años.
Escrito por: Stefano Frisoni. «Graduado en Agricultura, Stefano desarrolló un gran sentido del estilo para el Bonsái, especialmente en los árboles Yamadori. Algunas de sus obras fueron presentadas en UBI, Premio Ginkgo Bonsai, Copa Crespi, Premio Internacional Certre, etc.». Visite su sitio web bonsaisensei.it para obtener más información.